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Álgebra Superior II: El tamaño de los naturales y de cada natural

Por Roberto Manríquez Castillo

Introducción

En la entrada pasada, demostramos que todo número natural es el conjunto formado por los elementos {0,1,,n1}. Esto nos dice intuitivamente que cada número natural n, tiene exactamente n elementos. Pero, de modo formal, ¿qué quiere decir que un conjunto tenga n elementos? Esto lo precisaremos en esta entrada. Más aun, siguiendo esta idea, definiremos que quiere decir que un conjunto sea infinito. Después, veremos las propiedades que los conjuntos finitos e infinitos tienen.

El tamaño de los conjuntos

A la hora de pensar en determinar el tamaño de un conjunto, uno podría aventurarse y empezar a contar los elementos de este uno por uno. Esta forma de aproximar el problema no sólo parece muy laboriosa, sino que también presenta el problema de que no todos los conjuntos tienen la propiedad de que se pueda enlistar a sus elementos (aunque no lo definimos aún, seguramente has escuchado que el conjunto R de números reales no cumple esta propiedad).

De entrada, parecería que el problema de catalogar a los conjuntos por su tamaño es más complicado de lo que parece. Sin embargo, hay una idea famosa que viene a salvar la situación.

Imagina que eres el acomodador de una sala de cine con una cantidad desconocida de asientos (incluso posiblemente infinita) y que quieres sentar en ellos a un cierto conjunto de espectadores (cuya cantidad también se desconoce). Como dijimos anteriormente, la labor de contar todos los asientos de la sala podría ser demasiado complicada. ¿Cómo podríamos cerciorarnos de que cada espectador podrá tener un asiento?

La respuesta es inusualmente sencilla. La mejor forma de cerciorarse de que todos puedan sentarse, es pidiéndoles que se sienten. Si logran hacerlo de modo que a cada asistente le toque exactamente un asiento y no sobren asientos, podremos decir que hay el mismo número de personas que de lugares.

Notemos que de esta forma no necesitamos saber de forma explícita cuántas sillas hay, ni cuantas personas asistieron a la función, para saber que hay la misma cantidad de personas que de sillas. Formalmente hablando, hemos dado una relación entre el conjunto de personas y el de asientos.

Recordemos que a una relación entre conjuntos se le llama función si a cada elemento de nuestro dominio le corresponde uno y solo un elemento del codominio. Más aún, si a todo elemento del codominio, está relacionado con uno del dominio, la función se llamará suprayectiva. Si una función satisface que los elementos del codominio se relacionan con a lo más un elemento del dominio, se le llama función inyectiva. Cuando ambas condiciones se satisfacen, diremos que la función es biyectiva.

Nota que en el ejemplo de la sala de cine, si logramos hacer que todos los asistentes se sienten sin que sobre alguna silla, entonces la función que damos es una función biyectiva. Con estas observaciones, introducimos la siguiente definición.

Definición. Diremos que dos conjuntos A y B tienen la misma cantidad de elementos, o la misma cardinalidad, si existe una función biyectiva entre ellos. En este caso escribimos |A|=|B|.

El tamaño del conjunto N

Aunque los conjuntos finitos parecen ser más cercanos a nuestra realidad, será más interesante definir primero qué son los conjuntos infinitos. Para ello usaremos una de las propiedades «raras» que estos tienen.

Definición. Diremos que un conjunto X es infinito si existe un subconjunto propio Y de X y una función f:XY biyectiva entre ambos conjuntos.

Recuerda que un subconjunto propio es cualquier subconjunto que no sea el conjunto original. En otras palabras, un conjunto es infinito si tiene el mismo tamaño que alguno de sus subconjuntos propios.

Definición. Diremos que un conjunto es finito si no es infinito.

La propiedad que usamos para caracterizar a los conjuntos infinitos fue muy novedosa cuando se enunció por primera vez. Incluso con los años fue el origen de aparentes paradojas al sentido común. Si el tema te parece interesante, puedes leer o ver algún vídeo sobre el famoso Hotel de Hilbert.

Con nuestra definición lista, empezaremos a catalogar los conjuntos que ya conocemos en finitos e infinitos.

Teorema. El conjunto N de números naturales es infinito.

Demostración. Para demostrar esto, consideraremos el conjunto N{0}. Este es un subconjunto propio de N. Tomemos la función σ:NN{0}. De acuerdo con la definición de conjunto infinito hay que demostrar que σ es biyectiva, es decir, que es inyectiva y suprayectiva.

El hecho de que el codominio esté bien definido y que σ sea inyectiva, fue demostrado en la entrada La construcción de los naturales, a la hora de probar los axiomas de Peano. La prueba de la suprayectividad se dejó como un ejercicio moral en la entrada de Principio de inducción y teoremas de recursión, ya que se usó para la prueba del teorema de Recursión débil. De cualquier forma, a continuación damos esa prueba.

Demostraremos que {0}σ(N) es inductivo. Evidentemente 0N , y si n{0}σ(N), entonces es trivial que σ(n)σ(N). Entonces {0}σ(N)=N, por lo que σ(n) sí es suprayectiva y por lo tanto biyectiva. Con esto se concluye la prueba.

◻

La idea de determinar si dos conjuntos tienen la misma cantidad de elementos usando funciones se puede extender un poco más. La usaremos a continuación para definir cuándo un conjunto tiene al menos tantos elementos como otro.

Definición. Decimos que un conjunto A tiene a lo más tantos elementos como un conjunto B si existe una función inyectiva f:AB. En este caso, escribimos |A||B|.

Todo número natural es finito

Como hemos visto, los conjuntos infinitos se comportan de forma inesperada. Sin embargo los conjuntos finitos sí se comportarán de una forma más intuitiva. El teorema siguiente ejemplifica esto.

Teorema. Si A es un conjunto finito, y f:AA, entonces son equivalentes las siguientes tres afirmaciones:

  1. f es biyectiva
  2. f es inyectiva
  3. f es suprayectiva

Demostración. Evidentemente, 1)2) y 1)3). Si logramos demostrar la equivalencia entre 2) y 3) terminaremos, pues al tener uno, tendríamos el otro y por lo tanto tendríamos ambas partes de la definición de biyectividad.

2)3) Supongamos que f es inyectiva y supongamos que f no es suprayectiva. Entonces f:Af(A) es una biyección de A con un subconjunto propio, lo cual diría que A es infinito. Esto es una contradicción, así que f debe ser suprayectiva.

3)2) Si f es suprayectiva, entonces tiene inversa derecha, es decir, existe g:AA tal que fg=IdA. A partir de esta igualdad se puede probar que g es inyectiva. En efecto, si g(a)=g(b), entonces f(g(a))=f(g(b)), pero entonces a=b. Por la implicación del párrafo anterior, g, también es suprayectiva. Pero con esto se puede mostrar que f es inyectiva. Si tenemos a y b tales que f(a)=f(b), tomemos c y d tales que g(c)=a y g(d)=b. De aquí, c=f(g(c))=f(g(d))=d y por lo tanto a=g(c)=g(d)=b.

◻

Sigamos estudiando propiedades de los conjuntos infinitos. El siguiente resultado es bastante intuitivo: si le quitamos un elemento a un conjunto infinito, sigue siendo infinito. La demostración es algo elaborada pues debemos hacerla a partir de nuestras definiciones.

Lema 1. Si X es un conjunto infinito y xX, entonces X{x} también es un conjunto infinito.

Demostración. Sea f:XA una biyección de X a un subconjunto propio A. Tenemos que considerar dos casos: que xA o que xA. Comencemos con el caso xA.

Para mostrar que X{x} es infinito, utilizaremos como subconjunto a A{f(x)} y como función a la restricción de f a X{x}. Debemos demostrar que A{f(x)} es un subconjunto propio de X{x} y que dicha restricción es una biyección.

Lo primero sucede ya que A{f(x)}AX{x}. El hecho de que f:X{x}A{f(x)} sea una biyección es consecuencia directa de que originalmente f:XA era una biyección. Los detalles quedan como tarea moral.

Si por el contrario xA, como AX debe existir xXA. Consideremos la función

g:X(A{x}){x}yf(y) si yf1(x)f1(x)x

Veamos que g es una biyección entre X y (A{x}){x}. Lo primero que notamos es que el codominio está bien definido ya que para todo yX se tiene que g(y)x (¿por qué?).

Además es inyectiva, ya que si g(y)=g(z), con yf1(x)z, entonces se tiene que f(y)=g(y)=g(z)=f(z), y por la inyectividad de f se tiene que y=z. Mientras que si y=f1(x), tenemos que g(y)=x=g(z) si zf1(x), tendríamos que x=f(z), por lo que xA lo cual es absurdo, entonces z=f1(x)=y, así g es efectivamente inyectiva.

Para probar que es suprayectiva, consideremos z(A{x}){x}. Si z=x, entonces g(f1(x))=x, mientras que si zA{x}, por la suprayectvidad de f, debe de existir y tal que f(y)=z. Además yf1(x) ya que si lo fuera f(f1(x))=x=z, lo cual sería absurdo. Se tiene entonces que g(y)=f(y)=z.

Con esto probamos que g es una biyección de X a un subconjunto propio al que no pertenece x. Para concluir, aplicamos el primer caso.

◻

Usando el lema anterior es fácil dar un corolario importante sobre conjuntos finitos, cuya prueba queda como un ejercicio.

Corolario. Si X es un conjunto finito, y x es un conjunto arbitrario, entonces X{x} es también un conjunto finito.

Armados con este corolario, podemos dar uno de los teoremas importantes de esta entrada.

Teorema. Si n es un natural, entonces n es un conjunto finito.

Demostración. Procedamos por inducción. Si n=0, entonces n=, entonces n no tiene subconjuntos propios con los que pueda biyectarse, ya que no tiene subconjuntos propios. Entonces por vacuidad el vacío es finito.

Supongamos que n es un natural finito. Debemos demostrar que σ(n) es también finito. Pero como σ(n)=n{n}, el paso inductivo es consecuencia del corolario anterior. Con esto concluimos la inducción.

◻

Caracterizando los conjuntos finito e infinitos

Ya probamos que cada número natural es finito y que el conjunto de todos los naturales es infinito. Lo siguiente que haremos es ver que estos conjuntos nos sirven para catalogar a todos los demás conjuntos en finitos o infinitos. Comenzamos con un lema bastante intuitivo: si con conjunto tiene un subconjunto infinito, entonces es infinito.

Lema 2. Si X es infinito y XY entonces Y también es infinito.

Demostración. Como X es infinito, existe una biyección f entre X y uno de sus subconjuntos propios A. Consideremos entonces (YX)AY, y demos una biyección entre Y y este conjunto dada por

g:Y(YX)Ayy si yYXxf(x) si xX

Probaremos que esta función es una biyección. Primero, veamos que es inyectiva. Esto se debe a que si g(x)=g(y) y xX, entonces g(y)=g(x)=f(x)AX, entonces g(y) está en X, y como YX es enviado en si mismo, debe pasar que y también está en X, por lo que f(y)=g(y)=f(x) y por la inyectividad de f, tenemos que y=x. Por el contrario, si xX, se tiene que g(x)=x=g(y) entonces g(y)X, por lo que y tampoco puede estar en X, así, g(y)=y=x.

Veamos ahora que la función es suprayectiva. Si z(YX)A, consideremos dos casos: zYX en cuyo caso g(z)=z, o zA, por lo que por la suprayectividad de f, debemos tener que existe xX tal que z=f(x)=g(x). Así, g es suprayectiva y por lo tanto es una biyección..

◻

Ahora sí, pasamos a demostrar los teoremas con los que concluiremos la entrada.

Teorema. El conjunto de números naturales es el conjunto infinito más pequeño, es decir, que si X es un conjunto infinito, entonces |N||X|.

Demostración. Como X es infinito, debe ser distinto del vacío. Así, existe x0X. Consideremos el conjunto X{x0}, por el lema 1 que demostramos, este es de nuevo infinito. Una vez más, no es vacío, entonces existe x1X{x0}, y el conjunto X{x0,x1}=(X{x0}){x1} será de nuevo infinito. Procediendo de manera recursiva, podemos dar una función

h:NXnxn

tal que todos los xn son distintos entre sí (esto se puede demostrar inductivamente). Pero entonces h es una función inyectiva de N al conjunto X, que es precisamente nuestra definición de que |N||X|.

◻

El regreso del teorema anterior es evidentemente cierto, es decir que si un conjunto X cumple que |N||X|, entonces X es infinito. Queda como ejercicio demostrarlo.

Para finalizar la entrada, damos un resultado análogo al anterior, para conjuntos finitos.

Teorema. Si X es un conjunto finito, entonces existe nN tal que |X|=|n|.

Demostración. Si X=, entonces ||=|X|. Si X no es vacío, entonces existe x0X. Consideremos entonces X{x0}. Si este conjunto es vacío, significa que X={x0} y claramente podríamos biyectarlo con el conjunto σ(0)={0}. Si por el contrario, X{x0}, podemos elegir x1X{x0} y verificar la misma condición.

Necesariamente debemos de terminar en algún momento pues, de otro modo, podremos usar el teorema de recursión para construir una función inyectiva de N a X. Esto diría que X sería infinito, lo cual sería absurdo.

Entonces debe ocurrir que existe una n tal que X{x0,x1,,xn} es vacío, por lo que X={x0,x1,,xn}, y por lo tanto podemos biyectarlo con σ(n).

◻

Más adelante…

Así como los conjuntos transitivos, la teoría que se desarrolla al estudiar las cardinalidades de los conjuntos es un área de estudio importante en la teoría de conjuntos. Aunque no lo veremos a profundidad, la teoría que acabamos de desarrollar es suficiente para comparar la cardinalidad de la mayoría de los conjuntos que veamos con total precisión. Esto será cierto para, conjuntos como Z (el de los números enteros) o Q (el de los números racionales). No será sino hasta que definamos el conjunto de números reales que tendremos un conjunto con una cardinalidad estrictamente mayor que la de N.

En la siguiente entrada definiremos el orden de los naturales, para lo cual de nuevo pensaremos a los números naturales como conjuntos. Más aún, las propiedades que estudiamos en la entrada pasada, serán de suma importancia a la hora de definir el buen orden de un conjunto. Esta es una propiedad que usamos anteriormente sin prueba, cuando demostramos el teorema de Recursión.

Tarea moral

A continuación hay algunos ejercicios para que practiques los conceptos vistos en esta entrada. Te será de mucha utilidad intentarlos para entender más la teoría vista.

  1. Supón que diriges un hotel con tantas habitaciones como números naturales. Supón que todas tus habitaciones se encuentran ocupadas, y de repente llega una persona solicitando un cuarto. ¿Cómo puedes hospedarlo sin desalojar a ningún cliente? Supón ahora que después llega un camión con tantas personas como números naturales, todas buscando un cuarto. ¿De qué forma puedes acomodarlos a ellos y a todos los clientes ya hospedados?
  2. Completa los detalles de la prueba del lema 1.
  3. Demuestra el corolario de la entrada: Si X es un conjunto finito, y x es un conjunto arbitrario, entonces X{x} es también un conjunto finito.
  4. Demuestra que si X es tal que |N||X|, entonces X es infinito.
  5. Demuestra por inducción que si X es infinito y A es un subconjunto con k elementos, entonces XA es infinito. Si A tiene tantos elementos como naturales, ¿el resultado sigue siendo cierto?

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Agradecimientos

Trabajo realizado con el apoyo del Programa UNAM-DGAPA-PAPIME PE104522 «Hacia una modalidad a distancia de la Licenciatura en Matemáticas de la FC-UNAM – Etapa 2»

Una prueba del teorema de la función inversa

Por Leonardo Ignacio Martínez Sandoval

Introducción

Uno de los teoremas clave de los cursos de cálculo de varias variables es el teorema de la función inversa (TFI). En la Facultad de Ciencias de la UNAM se estudia en la materia Cálculo III. En esta entrada me gustaría presentar de la manera más auto-contenida posible este resultado.

Platicaré un poco de las definiciones de los términos que aparecen en el enunciado, así como de la intuición de por qué el teorema es cierto. Después presentaré los ingredientes principales para una prueba. Finalmente, presentaré la prueba intentando motivarla y dividiéndola en secciones pequeñas.

El enunciado con el que trabajaremos es el siguiente:

Teorema de la función inversa. Sea F:RnRn una función de clase C1 con matriz Jacobiana DF. Supongamos que F(a)=b y que DF(a) es invertible. Entonces existen vecindades abiertas U y V de a y b respectivamente para las cuales:

a) F:UV es una biyección,
b) su inversa F1:VU es de clase C1 y
c) DF1(b)=DF(a)1.

Lo que nos espera es aproximadamente lo que está en el siguiente diagrama, donde las flechas indican a grandes rasgos qué resultado se usa para probar qué otro.

Definiciones e intuición

La función con la que comenzamos es una función de Rn a Rn, así que la podemos descomponer en sus funciones coordenadas de la siguiente manera: F(x)=(F1(x),F2(x),,Fn(x)).

Que la función sea de clase C1 quiere decir que las derivadas parciales con respecto a cada una de las variables existen, que estas son continuas y que localmente F «se comporta» como la transformación lineal correspondiente a la matriz Jacobiana siguiente:

DF(x)=(F1x1(x)F1xn(x)Fnx1(x)Fnxn(x)).

Entonces, a grandes rasgos lo que nos dice el teorema de la función inversa es lo siguiente. Si F se comporta como una transformación lineal T invertible «cerquita» del punto a, entonces en realidad es invertible «cerquita» del punto a y más aún, la inversa se comporta como la transformación lineal T1 «cerquita» del punto b=f(a).

Suena bastante razonable, pero hay algunos aspectos que son sorprendentes. Uno es que se garantiza la invertibilidad en todo un abierto U. Si no se requiriera que fuera abierto, sería chafa porque podríamos tomar U={a} y V={b} y la restricción sería trivialmente invertible. Lo otro es que el teorema también garantiza que la inversa es diferenciable, lo cual de entrada no es evidente.

Para la prueba necesitamos hablar de dos normas. Cuando tengamos un vector x=(x1,,xn) en Rn, x denotará la norma euclideana x=i=1nxi2.

Necesitaremos también la norma de Frobenius. Como recordatorio, para una matriz A=(aij) de n×n, su norma de Frobenius está dada por A=i=1nj=1naij2,

o equivalentemente, si Ai es el i-ésimo renglón de A, tenemos que

A=i=1nAi2,

pues ambas expresiones suman todas las entradas de la matriz al cuadrado.

Ingredientes para la prueba

Pasemos ahora a algunos resultados auxiliares que es más cómodo probar desde antes. Algunos de ellos son más generales que lo que enuncio (e incluso con la misma prueba), pero con el fin de que la demostración sea auto-contenida, he decidido enunciar sólo lo que necesitamos.

Teorema del punto fijo de Banach (para Rn). Sea X un compacto de Rn y φ:XX una función continua. Supongamos que φ es una contracción, es decir, que existe un real 0<λ<1 para el cual φ(x)φ(y)λxy para todos x,yX.

Entonces φ tiene un único punto fijo, es decir existe uno y sólo un punto x0X para el cual φ(x0)=x0.

Para probar el teorema del punto fijo de Banach basta tomar cualquier punto inicial x1 y considerar la sucesión {xm} construida recursivamente con la regla xm=φ(xm1) para m2. Usando que φ es contracción y la fórmula para series geométricas se puede mostrar inductivamente que para m>m se tiene

xmxmλm1x2x1(11λ).

Como λ<1, el lado derecho se hace arbitrariamente pequeño conforme m se hace grande, así que ésta es una sucesión de Cauchy. Por la compacidad de X y completud de Rn, tenemos que la sucesión converge a un punto x0. Por continuidad, este punto satisface:

x0=limmxm+1=limmφ(xm)=φ(limmxm)=φ(x0).

La unicidad no necesita la compacidad de X, sino únicamente que φ sea contracción. En efecto, si hay otro punto fijo x entonces

xx0=φ(x)φ(x0)λxx0,

de donde xx0=0, pues si no se tendría una contradicción. Así, x=x0.

Desigualdades para la norma de Frobenius. Para xRn y A,B matrices reales de n×n tenemos que
a) AxAx y
b) ABAB.

La desigualdad (a) se prueba usando la desigualdad de Cauchy-Schwarz. En efecto, si A1,,An son los renglones de la matriz A, tenemos que Ax=(A1x,A2x,,Anx),

entrada a entrada tenemos por Cauchy-Schwarz que

(Aix)2Ai2x2,

de modo que sumando para i=1,,n tenemos que

Ax2(i=1nAi2)x2=A2x2,

lo cual prueba la desigualdad (a). La desigualdad (b) se prueba de manera similar, tomando fila por fila a la matriz A y columna por columna a la matriz B.

Desigualdad del valor medio. Sea URn un abierto convexo y F:URn una función de clase C1. Sean x,y puntos en U para los cuales la cual la norma de Frobenius del Jacobiano DF está acotada sobre el segmento xy por una constante C. Entonces:

F(x)F(y)Cxy.

La desigualdad del valor medio requiere de algunos pasos intermedios. Definamos h=yx. La clave es probar las siguientes tres afirmaciones:

F(x)F(y)=01DF(x+th)hdt01DF(x+th)hdt01DF(x+th)hdt01DF(x+th)hdtCh.

La primera es una «generalización» del teorema del valor medio de una variable. Se prueba coordenada a coordenada usando el Teorema Fundamental del Cálculo, la regla de la cadena y un intercambio de integral con suma (usando la continuidad de las derivadas parciales).

La segunda se prueba usando desigualdad del triángulo para integrales y la desigualdad (a) que probamos arriba para la norma de Frobenius.

La tercera se sigue de manera inmediata de la cota hipótesis para la matriz Jacobiana, pues x+th=x+t(yx) recorre el segmento xy conforme t recorre el intervalo [0,1].

Combinando las tres afirmaciones concluimos

F(x)F(y)Ch=Cyx,

que es justo lo que queríamos probar.

Con esto terminamos los pre-requisitos para probar el TFI. Aquí ya se ve algo interesante sucediendo. En el TFI queremos mostrar que cierta restricción es biyectiva, osea que cierto sistema de ecuaciones tiene una y sólo una solución. Esto se asemeja al teorema del punto fijo de Banach, donde, bajo ciertas condiciones de contracción, hay uno y sólo un punto fijo. El teorema de la desigualdad media puede ayudar a mostrar que una función contrae. Todo esto no es casualidad. A continuación veremos cómo combinar estos ingredientes.

Demostración del TFI

Estamos listos para dar la demostración del teorema de la función inversa. Por comodidad, aquí lo enunciamos de nuevo:

Teorema de la función inversa. Sea F:RnRn una función de clase C1 con matriz Jacobiana DF. Supongamos que F(a)=b y que DF(a) es invertible. Entonces existen vecindades abiertas U y V de a y b respectivamente para las cuales:

a) F:UV es una biyección,
b) su inversa F1:VU es de clase C1 y
c) DF1(b)=DF(a)1.

Para el teorema necesitamos definir quién es el abierto U. Lo tomaremos como U:=B(a,ϵ), una bola abierta y centrada en a de radio ϵ. La idea es tomar ϵ tan pequeño como para que para xU tengamos que DF(x) sea invertible y

DF(a)DF(x)12DF(a)1.

Ambas cosas las podemos hacer pues la asignación xDF(x) es continua ya que F es de clase C1. En el transcurso de la prueba discutiremos la motivación de esta elección. A V lo tomaremos como F(U).

Lo primero que haremos es reformular parte (a) en términos de puntos fijos. Queremos que la restricción F:UV que estamos buscando sea biyectiva. En otras palabras, para yV queremos que la ecuación y=F(x) tenga una y sólo una solución x en U. Como por hipótesis la matriz DF(a) es invertible, esto sucede si y sólo si

x+DF(a)1(yF(x))=x,

es decir, si y sólo si x es un punto fijo de la función φy(x)=x+DF(a)1(yF(x)). Parece un poco artificial haber introducido a DF(a)1, pero como veremos a continuación tiene sentido pues nos ayudará para que φy sea contracción.

Teniendo en mente que queremos usar la desigualdad del valor medio, calculamos y acotamos la norma de la derivada de φy como sigue

Dφy(x)=IDF(a)1DF(x)=DF(a)1(DF(a)DF(x))DF(a)1DF(a)DF(x)

Aquí es donde usamos (y se motiva parte de) nuestra elección de U: nos permite acotar DF(a)DF(x) superiormente con 12DF(a)1 y por lo tanto podemos concluir la desigualdad anterior como

(1)Dφy(x)12.

Por la desigualdad del valor medio, concluimos la siguiente observación clave.

Observacion. Para y en V tenemos que φy es contracción en U con factor λ=12. En otras palabras, para x,w en U, tenemos φy(x)φy(w)xx2.

La prueba a partir de ahora se divide en los siguientes pasos:

  1. Mostrar que F:UV es biyectiva.
  2. Mostrar que V es abierto
  3. Mostrar que F1:VU es diferenciable y y DF1(b)=DF(a)1
  4. Mostrar que las derivadas parciales son continuas

F:UV es biyectiva.

La suprayectividad la tenemos gratis, pues por definición V=F(U).

Para la inyectividad, tomamos yV y supongamos que existen x y w en U tales que F(x)=y=F(w). Esto quiere decir que x y w son puntos fijos de la contracción φy. Como vimos en la prueba del teorema del punto fijo de Banach, esto implica que x=w. Así, x=w, de modo que F:UV es inyectiva y por lo tanto es biyectiva.

Nota: Aquí no estamos usamos el teorema del punto fijo de Banach pues U no es compacto. Sólo estamos usando que las contracciones son inyectivas.

V es abierto

Tomemos y en V, es decir, para la cual existe x en U con F(x)=y. Queremos ver que si «y está muy cerquita de y» , entonces hay una solución para F(x)=y con x en U.

Como U es abierto, existe r tal que la bola B(x,2r) abierta de centro x y radio 2r se queda contenida en U. Tomemos y en la bola B(y,r2DF(a)1). Vamos a ver que F(x)=y tiene solución en U. Consideremos la función φy, pero restringida a la bola cerrada X:=B(x,r)U. Mostraremos que la imagen de φy se queda contenida en B(x,r). En efecto:

φy(x)x=φy(x)φy(x)+DF(a)1(yy)φy(x)φy(x)+DF(a)1yyxx2+r2r.

De este modo, φy es una contracción del compacto X a sí mismo. Por lo tanto, tiene un punto fijo en X, de modo que F(x)=y para xXU. Esto muestra que V=F(U) es abierto.

F1:VU es diferenciable y DF1(b)=DF(a)1

Vamos a demostrar que F1:VU es diferenciable a partir de la definición de diferenciabilidad. Más aún, veremos que si y=F(x) para x en U, entonces DF1(y)=DF(x)1. Aquí es donde se termina de motivar nuestra elección en U, pues nos garantiza que a la derecha en efecto tenemos una matriz invertible.

Tomemos entonces y=F(x). Nos interesa el límite cuando h0 de la siguiente expresión

F1(y+h)F1(y)DF(x)1hh,

Como U es abierto, si h es pequeña entonces y+h está en U. De este modo, existe k tal que x+kU y F(x+k)=y+h. Así, la expresión anterior la podemos reescribir como

(2)DF(x)1(F(x+k)F(x)DF(x)k)kkh

Antes de continuar, probemos una desigualdad auxiliar. Notemos que

kDF1(a)hkDF1(a)h=φy(x+k)φy(x)k2,

así,

(3)k2DF1(a)h2DF1(a)h.

Substituyendo el valor de k en (2), concluimos que la expresión es menor o igual a

(4)2DF(x)1F(x+k)F(x)DF(x)kkDF1(a)

Estamos listos para terminar. La desigualdad (3) también garantiza que k0 cuando h0. Así, como F es diferenciable, tenemos que la expresión (4) tiende a 0. Esto muestra que F1 es diferenciable en y con DF1(y)=DF(x)1, tal como queríamos.

Las derivadas parciales son continuas

Esta parte es sencilla a partir de la parte anterior. Tenemos que:

DF1(b)=DF(F1(b))1

Por la regla de Cramer la inversa de una matriz depende continuamente de las entradas de la matriz original. Además, la asignación bF1(b) es continua. Así, las entradas de DF1(b) (las derivadas parciales de F1) dependen continuamente de las derivadas parciales de F, que dependen continuamente de b por hipótesis.

Con esto termina la prueba.

¿Ahora qué?

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En estos videos veremos varios ejemplos de este argumento para acostumbrarnos. Es súper útil pensar en estos argumentos casi automáticamente.

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