Esta es una entrada traducida de la serie Raw Nerve de Aaron Swartz. La entrada anterior es Confronta la realidad.
Esta es una historia de dos organizaciones sin fines de lucro.
En una, odian cometer errores. ¿Cómo podría ser de otra forma? «Nunca vamos a disfrutar regarla», me dijeron. Pero esta actitud tiene muchas consecuencias. Todo lo que hacen tiene que pasar por varias capas de aprobación para asegurarse que no sea un error. Y cuando alguien la riega, intentan ocultarlo.
Parece ser natural – sabes que te vas a meter en problemas por regarla, entonces intentas arreglarlo antes de que alguien lo note. Y si no puedes hacerlo, entonces tu jefe, o el jefe de tu jefe lo intenta. Y si nadie en la organización lo puede arreglar, y llega hasta el director ejecutivo, entonces él intenta ocultarlo de la prensa o reformularlo apropiadamente, de modo que el mundo nunca descubra que se cometió un error.
En la otra organización, tienen una actitud muy distinta. Te das cuenta desde que visitas su página de internet. Justo en la barra de navegación, en la parte de arriba de cada página, hay un enlace nombrado «Errores». Al hacerle click puedes encontrar una lista de todas las cosas en las que se han equivocado, empezando con la más embarazosa (una vez promovieron su grupo con nombres falsos).
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