Contrario a lo que la intuición podría sugerir, en general los límites no conmutan con integrales. A pesar de esto, sí que podemos dar un estimado bastante útil a la hora de comparar límites de integrales: El Lema de Fatou.
Las hipótesis del Teorema de la Convergencia Monótona no se pueden relajar
En general, no siempre podemos intercambiar límites con integrales. Veamos un ejemplo.
Ejemplo. Para cada , definamos Observa que es una sucesión de funciones simples, medibles y no negativas. Además, para cualquier , podemos encontrar un suficientemente grande tal que , es decir, para . Esto garantiza que la sucesión es eventualmente . Concluimos que Sin embargo, para cualquier : De modo que
Destacamos que la hipótesis de que la sucesión de funciones sea creciente es esencial para poder intercambiar límites con integrales.
El Lema de Fatou
Lema (de Fatou). Sean funciones medibles y no negativas. Entonces:
Demostración. Para cada , definamos:
Observa que es una sucesión creciente de funciones medibles no negativas. Además para todo , de donde .
Luego, invocando el teorema de la convergencia monótona:
Algunas consideraciones sobre el Lema de Fatou
Observación. En general también es cierto que Simplemente porque , aunque este estimado es más débil.
Ejemplo. La igualdad en el teorema de Fatou suele ser estricta. Consideremos dos sucesiones y tales que Y Con y
Definamos
Pero Para todo . Así que en este caso:
Observación. No hay una versión del Lema de Fatou con en lugar de (a menos de que pidamos más condiciones).
En general Consideremos como en el ejemplo anterior: Ahora tenemos Pero
Tampoco se cumple siempre que Para ello consideremos una sucesión de subconjuntos medibles con y tales que el conjunto Sea infinito para todo . Podemos construir una sucesión de tales de la siguiente manera: Tomamos una enumeración de y definimos como el intervalo de longitud 1 centrado en (no importa si el intervalo es abierto o cerrado). Ahora, sea Entonces, para cada De donde Por otro lado,
A pesar de lo anterior, sí que podemos dar una versión «dual» del Lema de Fatou si asumimos algunas condiciones adicionales. Para la demostración del siguiente resultado, requerimos definir la integral de una función negativa: Si es medible, definimos provisionalmente . Asumiremos también que «la integral abre restas», es decir, que . En la siguiente entrada probaremos estas y muchas otras propiedades de la integral de funciones no necesariamente .
Lema (dual de Fatou). Sean funciones no negativas y medibles. Supongamos además que existe una función medible tal que
para todo .
.
Entonces,
Demostración. Consideremos Luego:
(por 1.)
es Lebesgue medible (al ser combinación lineal de funciones medibles).
Entonces, el Lema de Fatou implica que: Es decir Restando de ambos lados y usando que concluimos:
Más adelante…
Definiremos la integral para funciones medibles generales (no necesariamente ) y el concepto de función integrable (ó ). Veremos varias de sus propiedades, muchas análogas a las que hemos visto hasta ahora, aunque también algunas nuevas.
Anteriormente definimos la integral de una función medible no negativa general, sin embargo, comentamos que existían dificultades técnicas a la hora de ver que (Algo bastante deseable a la hora de integrar).
En esta entrada enunciaremos y probaremos el Teorema de la Convergencia Monótona de Lebesgue, una de las herramientas más importantes en teoría de integración. Veremos también algunas de sus consecuencias, entre ellas la aditividad de la integral.
El teorema de la convergencia monótona
Teorema (de Convergencia Monótona de Lebesgue). Sea una sucesión creciente de funciones medibles no negativas sobre : Entonces
Demostración. Definamos . Observa que está bien definida pues en cada punto es el límite de una sucesión creciente. Es medible al ser límite de funciones medibles.
Para todo , claramente , de donde . Es decir, la sucesión es creciente y acotada por . Como cualquier sucesión creciente (de números extendidos) converge a su supremo, concluimos que:
Veamos la desigualdad opuesta. Para ello es suficiente probar que para cada núemro real , se tiene . Fijemos entonces algún . Por definición de , existe alguna función simple tal que y .
Al ser una función simple, admite una representación de la forma: Donde y los conjuntos son medibles ajenos. Dado , consideremos la función simple: Claramente . Más aún, podemos escoger suficientemente pequeño tal que : Esto es obvio si alguno de los tiene medida infinita. Si todos los son de medida finita, esto es consecuencia de la continuidad de respecto a .
Reemplazando a por de ser necesario, podemos entonces asumir que satisface:
,
Si ,
.
Definamos ahora los conjuntos
Estos son medibles (pues la función es medible). Como las son crecientes, claramente Más aún, notemos que Pues dado , si , entonces , de donde para todo . Si . Como , existe algún tal que .
En particular, para cualquier medible, se tiene y . Luego, por monotonía de la medida de Lebesgue:
Ahora, usando que , tenemos: Haciendo tender en (2) y usando (1), concluimos finalmente: Lo que completa la demostración.
Corolario. Si son funciones medibles no negativas, entonces:
Demostración. Como ya sabemos [ENLACE], podemos encontrar sucesiones crecientes en , digamos y , tales que De donde claramente Por el teorema de la convergencia monótona, aplicado a las sucesiones , , podemos concluir:
Pues ya sabemos que si .
Corolario. Si es una sucesión de funciones medibles no negativas en , entonces
Demostración. Como las son no negativas, la sucesión de sumas parciales Es una sucesión creciente de funciones medibles no negativas. Así que su límite Existe y es una función medible (en cada punto es el límite de una sucesión creciente de números extendidos).
Como para toda , de modo que la sucesión de sumas parciales de integrales es creciente y por lo tanto tiene un límite (posiblemente extendido):
Por el teorema de la convergencia monótona aplicado a y el primer corolario:
Más adelante…
Veremos que, en general, las hipótesis del teorema de la convergencia monótona no se pueden «relajar mucho». Sin embargo, siempre podemos dar un estimado muy poderoso con respecto a límites e integrales: El Lema de Fatou.
En la entrada pasada definimos el concepto de función simple y como es que estas funciones se integran respecto a la medida de Lebesgue. En esta entrada definiremos la integral para funciones medibles más generales y veremos algunas de sus propiedades.
Integración de funciones no negativas
A modo de recordatorio, en la entrada pasada vimos un resultado interesante: Toda función medible no negativa se puede «aproximar» por una sucesión creciente de funciones simples [ENLACE]. Es entonces natural definir la integral de una función medible (y no negativa) precisamente como una aproximación de integrales de funciones simples (que ya sabemos como integrar).
Al igual que en la entrada pasada, denotaremos por al conjunto de funciones simples medibles con .
Definición. Supongamos que es una función medible no negativa. Definimos la integral de respecto a la medida de Lebesgue como:
Observa que la integral está bien definida para cualquier función medible no negativa al ser el supremo de un conjunto.
Otras notaciones que usaremos a menudo para denotar la integral (y que puedes encontrar en la bibliografía) son
Entre otras. En algunos textos, también se puede denotar como:
Proposición (Propiedades de la integral de una función no negativa).
Si es una constante,
Si , entonces
Si es un conjunto nulo.
Demostración. 1 es inmediato pues es el supremo de un conjunto de números .
Para 2. notemos simplemente que:
Si , claramente
Tomando supremos se sigue 3.
Para 4. procedamos por contradicción: Supongamos que . Para cada , definamos . Entonces es una sucesión creciente de conjuntos medibles con Así que por monotonía de la medida de Lebesgue: En particular, podemos encontrar un suficientemente grande tal que . Consideremos ahora la función . Notemos que . Entonces por definición: Lo cual es una contradicción.
Por analogía al caso para integrales simples, uno podría esperar que Esto es de hecho cierto pero no es trivial. Por un análisis similar a los anteriores es sencillo probar que , sin embargo, es fácil convencerse de que la desigualdad opuesta requiere mucho más trabajo.
Para afrontar dificultades como la anterior, introduciremos uno de los teoremas más fundamentales de la teoría de integración de Lebesgue: El teorema de La convergencia monótona.
Más adelante…
Enunciaremos y probaremos el Teorema de la Convergencia Monótona, una de las herramientas más importantes en la teoría de integración y veremos algunas de sus consecuencias. Como un corolario muy importante, veremos que simplifica considerablemente la demostración de que .
En las entradas anteriores construimos la maquinaria teórica sobre la que podemos definir un nuevo concepto de integral: «La integral de Lebesgue». En esta entrada estudiaremos las funciones simples y cómo es que se pueden integrar.
Las funciones simples son simplemente aquellas que toman una cantidad finita de valores. Resultan ser «las funciones más sencillas que se pueden integrar».
Funciones simples
En esta sección, denota un conjunto arbitrario y una -álgebra sobre .
Definición. Decimos que es una función simple si toma solamente una cantidad finita de valores.
Si es simple, podemos escribir: Donde son los distintos valores del rango de y son conjuntos ajenos. (Como es usual denota la función característica del conjunto , i.e. si y en otro caso).
Observación. Hay muchas formas de escribir una función simple como combinación lineal de funciones características. La anterior es sólo una de ellas. A estas expresiones las llamaremos representaciones.
Las funciones simples y medibles admiten representaciones muy particulares como muestra la siguiente proposición. La demostración es una consecuencia sencilla de las propiedades de las funciones medibles y se deja como tarea moral.
Proposición. Si es una -álgebra sobre , una función simple es -medible si y sólo si admite una representación , con para todo .
Antes de definir de lleno la integral de una función simple, veremos una proposición muy útil que, en general, nos dice que podemos aproximar cualquier función medible con funciones simples.
Teorema. Supongamos que es medible. Entonces existe una sucesión de funciones simples medibles tales que Si , podemos tomar la sucesión de modo que . O más generalmente si es medible, podemos tomar la sucesión de modo que . Si es acotada, podemos hacer que la convergencia sea uniforme.
Demostración. Supongamos primero que . La idea es sencilla: truncamos la función, cada vez más «finamente», cuidando que eventualmente podamos aproximar cualquier valor (por grande que sea) en el rango de .
Para cada , definamos la función simple:
Como es medible, los conjuntos y son elementos de , de donde es medible.
Sea . Por un sencillo trabajo por casos, es fácil ver que para todo (si , . En cualquier otro caso ).
Si , existe algún entero tal que . Luego, si , por definición De donde cuando . Si , cuando .
En todo caso, para cualquier concluimos que
Entonces es la sucesión buscada en este caso.
Veamos ahora el caso general. Notemos que . Tomemos sucesiones de funciones simples y que convergen puntualmente a y respectivamente definidas como en el caso anterior. Luego, para cada , sea Claramente es una sucesión de funciones simples tal que puntualmente cuando .
Dado , si , entonces, por construcción, . Se sigue que la sucesión es creciente. Similarmente, si se ve que es una sucesión creciente.
Por lo anterior concluimos que
Si es acotada, para suficientemente grande, tenemos por (1) que para cualquier : Se sigue que en este caso la convergencia es uniforme.
Veamos una aplicación del resultado anterior. Como probamos anteriormente [ENLACE], los conjuntos Lebesgue medibles son «casi» Borel medibles. Es entonces esperable que las funciones Lebesgue medibles sean «casi» funciones Borel medibles.
Ejemplo. Sea una función Lebesgue medible. Entonces existe una función Borel medible tal que el conjunto Es nulo.
Demostración. Supongamos primero que . Por el teorema anterior, existe una sucesión De funciones simples -medibles tales que
Podemos escribir Donde los son distintos dos a dos y los conjuntos son ajenos y -medibles.
Como probamos anteriormente [ENLACE], para cualesquiera admisibles, podemos descomponer Donde y es nulo.
Definamos entonces Observemos que es una función simple y medible para todo . Además, claramente y salvo en un conjunto de medida cero (a saber, ).
Ahora, sean Notemos que es nulo. Como , tomando supremos se tiene Más aún, para cualquier , se cumple Por lo que salvo un conjunto de medida cero (). es -medible al ser el supremo de una sucesión de funciones -medibles. Entonces es la función buscada.
Consideremos ahora el caso general. Podemos escribir . Por lo anterior, existen funciones medibles tales que , y , salvo en conjuntos de medida cero. Luego es la función buscada. ( no se «indetermina», pues en los puntos donde , necesariamente ).
Un comentario sobre la generalidad
En la siguiente sección comenzaremos de lleno con teoría de integración sobre . Como lo habíamos adelantado, las funciones medibles son las funciones con «la suficiente estructura para ser integradas».
Además de destacar la estructura de la medida de Lebesgue, la razón de que estudiaramos -álgebras y funciones medibles con toda generalidad es que la teoría de integración se puede extender a espacios abstractos de manera inmediata. Como veremos más adelante, basta que exista una función que cumpla propiedades análogas a las de la medida de Lebesgue (una medida general [ENLACE]) para poder definir la integral.
Por simplicidad, nos restringiremos al caso más importante e intuitivo: La integración de funciones medibles sobre . La construcción de la integral general es idéntica. Basta reemplazar por respectivamente en cada una de las definiciones y demostraciones debajo.
Integración de funciones simples
Ya estamos listos para definir la integral de una función simple (y finita) sobre . A manera de motivación, pensemos que () es una función (muy) simple en alguna dimensión baja, por ejemplo . Entonces, ¿Cuál es el valor apropiado del «volumen bajo la gráfica» de ?. Geométricamente, la región «bajo la gráfica» es un cilindro generalizado con base y altura como se observa en la figura. Por analogía con el cálculo de volúmenes de figuras sencillas (o incluso, por analogía con la integral de Riemann), lo más natural es pensar que dicho volúmen debe ser el «área de la base» multiplicado por la «altura». En este caso, por supuesto, podemos interpretar el área de la base como la medida de Lebesgue de , de modo que Es la elección más natural para la integral. Similarmente si (con distintos y ajenos), invocando linealidad (o simplemente, «sumando el volúmen de los cilindros por separado») Es la elección obvia para el valor de la integral.
Definición. Denotaremos por (o simplemente ) al conjunto de funciones simples () medibles en tales que . Dada , podemos expresarla como Donde y los conjuntos son medibles y ajenos. Entonces, definimos su integral (respecto a la medida de Lebesgue) como:
Nota. En esta definición, usamos la convención .
A priori, el valor de la integral podría depender de la representación de que tomemos (en la definición no pedimos que los sean distintos, así que puede haber una infinidad de representaciones distintas). Aunque como veremos más adelante, la integral está bien definida.
Veamos las primeras propiedades.
Proposición (Propiedades de la integral de una función simple).
está bien definida.
Si es una constante,
Si , entonces
Si y , entonces
Demostración. Asumiendo 1., los incisos 2. y 3. son inmediatos de la definición.
Probaremos 1. y 5. en el mismo argumento. Supongamos que y . Tomemos representaciones de y de la forma:
Con los y medibles y ajenos dos a dos. Podemos asumir que (de no ser así, podemos añadir el término a la expresión de , donde , lo que no afecta el valor de la integral bajo esta representación). Similarmente supongamos que .
Luego, por la aditividad de la medida de Lebesgue y la definición:
Si , en particular , así que podemos tomar un . Pero como : De donde Si , es inmediato que . Comparando (2) y (3) término a término conluimos que: (Al tomar cualesquiera representaciones válidas de y ). Esto demuestra 5. pero también demuestra 1:
Si tomamos dos representaciones distintas de , la desigualdad implica desigualdades simétricas sobre las integrales definidas por las distintas representaciones, lo que garantiza su igualdad.
Ahora veamos 4. Usando la misma notación que en el inciso anterior podemos escribir:
Luego:
Más adelante…
Definiremos la integral de una función medible y no negativa en general, usando fuertemente las ideas de aproximación por funciones simples y las propiedades de la integral de funciones simples.
En esta entrada continuaremos nuestro estudio de las funciones medibles. Empezaremos repasando los conceptos de límite superior e inferior que serán de gran utilidad en nuestros desarrollos. Posteriormente veremos también que las funciones medibles son cerradas bajo una gran cantidad de operaciones aritméticas y de toma de límites.
Límite superior e inferior
Antes de continuar, conviene dar un breve recordatorio sobre los conceptos de límite superior e inferior de una sucesión que nos encontraremos a menudo en las siguientes entradas. A grandes rasgos, el límite inferior es el «menor punto de acumulación» que admite una sucesión; mientras que el límite superior es el «mayor punto de acumulación» que admite una sucesión. De manera precisa:
Definición. El límite inferior de una sucesión de numeros reales extendidos se define como:
El límite superior se define como:
Observación. Ambos límites siempre existen (aunque son posiblemente infinitos) pues son límites de sucesiones monótonas crecientes y decrecientes respectivamente (a saber y ). Por esta misma razón podemos escribir:
Proposición. converge a si y sólo si .
Demostración. () Si , entonces, por definición, las sucesiones: Convergen a . Sin embargo, tenemos que:
De donde cuando . (Observa que este argumento es válido incluso cuando ).
() Supongamos que .
Los casos son sencillos. Los detalles se dejan como tarea moral. Así que supongamos que .
Por definición, dado existe tal que:
Definiendo las sucesiones y como en el inciso anterior, al tomar ínfimos, la condición anterior implica que: Como la sucesión es monótona creciente, y por definición , podemos concluir que:
Como lo anterior se cumple para cualquier , concluimos que cuando . Por un argumento similar podemos ver que cuando que es lo mismo que: .
Más propiedades de funciones medibles
Antes de enunciar el resultado principal de esta entrada, conviene establecer algo de notación que estaremos usando a menudo.
Notación. Si tenemos una sucesión de funciones , denotaremos a su límite puntual (si existe) como , que recordemos, tiene como regla (el límite actúa punto a punto). Adoptaremos convenciones similares para , , , , etc. Cuando no genere mayor problema, para aligerar la notación omitiremos los subíndices y similares.
Proposición. Sea una -álgebra sobre . Sean funciones medibles; . Entonces:
Si es Borel medible, entonces es medible.
Si , entonces es medible.
Dado , entonces es medible.
es medible.
es medible.
es medible.
Si es una sucesión de funciones medibles entonces cada una de las siguientes funciones es medible. (en el caso de la última, condicionada a que esté bien definida).
Demostración.
Si es de Borel, entonces es de Borel ( es Borel medible), luego ( es medible).
Definamos Es fácil verificar directamente que es Borel medible. Como , . Del inciso 1 se sigue que es medible.
Como la función es continua, en automático es Borel medible. Luego, por el inciso 1, es medible.
Notemos que existe tal que . Luego, Como son medibles y es -álgebra, se sigue que dicho conjunto pertenece a .
La función es continua y por tanto Borel medible. Luego, por el inciso 1, es medible.
Combinando los incisos 3-5 se sigue que la función es medible.
Es fácil ver que Éste último conjunto pertenece a (pues las son medibles y es -álgebra). Se sigue que es medible. Similarmente, como Se sigue que es medible. Por lo anterior, para cada la función es medible, de donde la función Es medible. Análogamente se ve que es medible. Si está definida en cada punto, entonces Es medible.
Como una consecuencia inmediata del último inciso tenemos que:
Corolario. Si son funciones medibles, entonces y son medibles.
La siguiente definición aparecerá a menudo así que es conveniente recordarla.
Definición. Dado , definimos la parte positiva y negativa de como:
Respectivamente.
Corolario. Si es medible, entonces la parte positiva y negativa de , y son también medibles.
Demostración. Simplemente notemos que y y apliquemos el corolario anterior.
Más adelante
Estudiaremos la definición de función simple: las funciones medibles «más sencillas». Veremos cómo es que aproximan a las demás funciones medibles (lo que a futuro será vital para definir la integral de Lebesgue) y definiremos su integral.