La difusión de concursos matemáticos como la Olimpiada Mexicana de Matemáticas va en buen camino en términos de llamar gente. Sin embargo, aún hay muchas oportunidades en el área de transmitir cómo un participante se puede preparar para el concurso. Algunas ocasiones, barreras de distancia y de informacion dificultan la preparación de un concursante.
De chile, mole y pozole
Hay muchos tipos de personas que entran en un concurso de matemáticas. Podemos empezar con los alumnos que sólo llegan por una constancia. En una categoría similar están aquellos alumnos que van por un punto para su clase de matemáticas, usualmente motivados por su profesor, quien sin pedir comisión ni remuneración alguna ayuda a difundir el concurso.
También tenemos a los grupos masivos de una escuela. Estos grupos son distinguidos por llegar en camiones y de vez en cuando con uniforme. En estos grupos también se refleja un buen papel de difusión. Aunque algunos alumnos en estos grupos vayan forzados, es claro que algunos otros van con el entusiasmo de participar en el concurso.
En grupos un poco más pequeños participan otras escuelas, que quizás tienen un pequeño club de matemáticas en el cuál entrenan, o bien, que simplemente animaron a sus estudiantes para ver qué tal les va.
Finalmente, tenemos algunos otros participantes independientes y animados que superaron la barrera de la falta de difusión, ya sea por mera casualidad, o por un interés entusiasta en el concurso. Estos estudiantes se distiguen por informarse un poco antes de qué trata el concurso.
Todos estos tipos de personas comparten en común ir a presentar un examen de matemáticas. Pero usualmente, casi todas ellas también comparten en común que lo único que saben es precisamente que van a presentar un examen de matemáticas, sin saber muy bien cómo prepararse para él.
Las piedras al inicio del camino
Algunas de las personas de las cuales comento sección anterior, sólo algunas de ellas, corren con la suerte de tener un club de matemáticas o un maestro que sepa en qué consiste la Olimpiada de Matemáticas. Pero es el caso de muy pocas. Y aún cuando lo sepan, muchas veces hay otros factores que impiden prepararse bien para presentar un buen examen de primera etapa.
Los participantes saben que en cierta forma deben de poner algo de su parte y deben de trabajar para conseguir un buen resultado. Pero muchas veces lo que pasa es que se encuentran algunas piedras en el camino que no les permiten actuar. Las dificultades para entrenar usualmente giran en torno a algunos de los siguientes factores:
- No saben por dónde empezar: Una de las primeras cosas que sucede es que muchas personas que quieren participar en la Olimpiada de Matemáticas sólo tienen una idea vaga de lo que se trata el concurso. Saben que tienen que prepararse en matemáticas pero no saben qué tienen que practicar. Yo recuerdo que uno de mis amigos me comentaba que al entrar en la Olimpiada se preparó con el Baldor. Por supuesto, es probable que esto sí le haya ayudado, pero había otro material más orientado a la Olimpiada de Matemáticas que también le hubiera servido desde el inicio.
- No tienen con qué entrenar: Incluso aunque las personas ya sepan qué entrenar, por ejemplo, si han visto algunos problemas en sus entrenamientos estatales, también pasa que es difícil conseguir material adecuado para entrenar. En algunos estados es fácil remediar esto, pues, por ejemplo, en algunos hay Oficinas de la Olimpiada dónde se pueden conseguir muchos folletos y libros para resolver problemas. En otros estados estados es más difícil.
- No tienen con quién entrenar: En algunas otras ocasiones, las personas que entran en la Olimpiada de Matemáticas son los únicos que pasan en su escuela a otras etapas. Aunque en algunos estados se den entrenamientos para juntar a personas para que entrenen, es mucho más motivante tener compañeros con los cuales compartir la resolución de problemas. Esto ayuda a resolver dudas mutuamente y a fomentar una sana competencia colaborativa.
- No saben cómo entrenar: Incluso después de saber qué entrenar, después de haber conseguido lo necesario y tener compañeros que quieran entrenar, todo esto es poco efectivo si no saben cómo utilizar el material a la disposición. A veces hay que encontrar un balance entre aprender teoría necesaria, resolver suficientes problemas y leer soluciones.¿Cómo saber si la idea que aparece en la teoría o en un problema es suficientemente general como para poder aplicarse frecuentemente? ¿Cómo saber que haz intentado un problema por suficiente tiempo para encontrar la solución? ¿Cómo saber qué es útil recordar y qué es útil deducir?
Y la respuesta es…
Usualmente resolver estas preguntas puede llevar mucho tiempo, a menos que tengas golpes de suerte que te ayuden a dar pasos grandes. Yo recuerdo que una de las cosas que más me sirvió para entrenar es que mi maestro de prepa me regaló fotocopias de folletos de las cuales pude aprender mucho. ¿Qué tal que todos tuvieramos la oportunidad de tener un material similar para iniciar en el concurso?
No creo saber absolutamente cuál es la mejor manera de entrenar. Tampoco creo poder responder todas las dudas que tuve en mi proceso de entrenamiento. De hecho, ni siquiera podría garantizar que alguien que lo supiera va a tener un papel impecable en los concursos matemáticos.
Sin embargo, estoy seguro de que tanto yo, como muchas otras personas, tienen ahora conocimiento de cosas que como concursante me hubiera gustado saber. Tanto los participantes con sus dudas, como os ex-olímpicos con su experiencia y los entrenadores con lo que han observado, pueden ayudar a las personas que inician en la olimpiada a tener un buen comienzo.
Dar una respuesta a todas las preguntas es una labor larga, la cual merecería escribir un poco más. Por el momento puedo decir que estoy iniciando un proyecto que coquetea con resolver estas inquietudes en el caso de la Olimpiada Mexicana de Matemáticas. Espero poder avanzar lo suficiente para revelar un poco más de detalles después.
¿Qué cosas sabes que crees que podrían ayudar a una persona que inicia con concursos de matemáticas?
es muy cierto, iniciar en la olimpiada de matemáticas es muy complicado a veces. me acuerdo que cuando contesté mi primer examen tipo (6 problemas, 2 días, 4.5 horas c/u) no tenía ni idea de qué hacer. podía encontrar la respuesta, pero no sabía explicarla y no me imaginaba ni cómo sería la figura de geometría. todos tenemos una razón para entrar y yo la verdad entré por una chica.
tu proyecto suena interesante y quisiera platicarte brevemente -o no tanto- lo que pasa en San Luis.
cada vez llega menos gente que no sabe qué es la OMM. en algunas escuelas (ITESM, los 37 planteles de COBACH, y varias otras privadas) hay talleres impulsados o apoyados por el comité organizador. (esto no implica que los resultados mejoren, sólo el 10% de los participantes en nuestro estado sacan más de la mitad de los puntos en el canguro matemático).
las barreras de por dónde empezar y con qué entrenar cada vez es más fácil franquearlas por internet -aunque para franquearlas se necesita internet. cada vez es más común tener enlaces en las escuelas para hacerles llegar convocatoria, examen y material. sería más fácil abatirla con mayor difusión y publicidad (premios más chidos y reconocimiento oficial no estaría de más).
el con quién entrenar es curioso, pues en nuestro estado lo que pasa normalmente es que alguien que asistió por primera vez a entrenamientos estatales y tiene oportunidad de regresar, lo hace con un amigo a quien ayudó a prepararse. en general, lo que necesita una escuela para superar todas las barreras es lograr meter a un alumno a dichos entrenamientos, pues el contacto es directo y constante a partir de ahí. la cosa es que asistir a eso es casi un lujo y sirve bien para explicar el rezago (siempre ganan los mismos).
para cómo entrenar (que quizás engloba las anteriores), en San Luis tenemos dos maneras de atacarla: (1) con cursos para profesores, que son en general cansados y tediosos pues se les intenta enseñar algo que casi nunca sirve en su aula de 35 alumnos incontrolables que no saben ni sumar fracciones pero sirve como verdadero impulso y estímulo para sus alumnos. (2) servicio olímpico social (S.O.S.): los que asisten a entrenamientos estatales hacen un gran sacrificio, pero reciben mucho; se les pide que correspondan brevemente difundiendo la olimpiada entre sus amigos, compañeros, escuela, municipio. el entusiasmo que tienen suele variar mucho, pero con uno entusiasta se logra mucho: se han abierto nuevos talleres en escuelas para preparar por chavos ex-participantes que verdaderamente desean compartirlo.
es todo, espero el resto de tu diagnóstico. gracias, saludos.
Hola Leonardo:
Me parece un excelente proyecto el que plantéas. Yo también he pensado en la importacia de dar soluciones esos problemas y así aplanar el camino para que otras personas puedan conocer más a fondo y mejor la OMM.
Pues seguié leyendote. Espero poder escribir algo yo mismo y cuando lo tenga lo compartiré contigo a ver qué opinas.
Saludos