Esta es una entrada traducida de la serie Raw Nerve de Aaron Swartz. La entrada anterior es Abriga los errores.
La planta de General Motors en Fremont era un desastre. «Todo era una pelea», el líder sindical admite. «Gastaban más tiempo en quejas y en otras cosas como esas que en producir coches. Tenían huelgas todo el tiempo. Era caos constante… Era considerada la peor fuerza laboral en la industria automotriz en Estados Unidos».
«Una de las expresiones era que podías comprar lo que quisieras en la planta de GM en Fremont», añade Jeffrey Liker, un profesor que estudiaba la planta. «Si quieres sexo, si quieres drogas, si quieres alcohol, ahí esta. Durante los descansos, durante el lunch, si querías apostar ilegalmente – cualquier actividad ilegal estaba disponible en esa planta». El abstencionismo era tan algo que algunas mañanas no tenían suficientes empleados para empezar la línea de armado; tenían que cruzar la calle para sacar a la gente del bar.
Cuando la administración intentó castigar a los trabajadores, los trabajadores intentaron castigar de regreso: rayar carros, aflojar partes en lugares difíciles de alcanzar, llenar quejas en el sindicato, e incluso construir coches peligrosos. Era una guerra.