¿Alguna vez han escuchado la típica historia de la persona que cae en coma por muchos muchos años, para finalmente recuperar el conocimiento? Pues me acaba de pasar algo similar. Con una Palm que compré. Déjenme que les cuente por qué a veces es buena idea tener paciencia para que pasen las cosas.
El inicio
La historia empieza aproximadamente tres años atrás. Entre que quería cambiar de celular y que encontré una buena oferta, me compré una Palm Treo 650. Quizás no era el dispositivo más moderno, pero era una bonita novedad. Tenía Touch Screen, con su lápiz y todo. En teoría podía contratar internet y navegar en un navegador más o menos bueno. Y vaya, había miles de aplicaciones que se le podían poner, entre ellas una que se llamaba MathAce y otra para leer PDF.
Sin embargo, un trágico día la Palm cayó en un charco. No me pregunten bien por qué pasó, pues ni yo mismo se. Lo primero que hice fue quitarle la batería para que no hubiera cortos ni nada, e intenté secarla lo más que se pudo. Pero no sabía que había que esperar más tiempo para que se secara «internamente», así que cuando llegué a mi casa le puse la batería de nuevo, pero hizo como un sonido extraño que supongo que fue un corto.
La intenté volver a prender después, pero ya no prendió como antes… Seguir leyendo